UNA APROXIMACION TEORICA SOBRE EL TIEMPO LIBRE
El tiempo libre es un fenómeno característico de las sociedades modernas, donde
la propia dinámica del trabajo ha ido restando tiempo a las actividades de
producción para dar paso a espacios de tiempo utilizados de distinta manera.
Siguiendo a Munné (1988) podemos derivar
cuatro tiempos claramente visibles dentro de la vida social del individuo: el
tiempo psicobiológico, el cual es ocupado por
las conductas impulsadas por necesidades psíquicas y biológicas; el tiempo
socioeconómico, el cual consiste en actividades laborales, productivas de
bienes y servicios; el tiempo sociocultural, donde se contemplan los
compromisos resultantes establecidos por la sociedad y al grupo al que se
pertenece; y el tiempo libre, donde la libertad de las acciones que se
realizan no llevan de por medio una necesidad externa que las impulse.
La anterior tipología pone de manifiesto la continua y natural
temporalidad humana debido a que el tiempo social no se divide en partes sino
que indica los diversos modos de cómo se da el condicionamiento que la sociedad
impone (Munné, 1988). A medida que las sociedades se
tornan más complejas, los tipos básicos del tiempo social tienden a
diferenciarse y a mezclarse entre sí por las distintas actividades que se
realizan en la estructura social. Una primera aproximación que nos permite
definir al tiempo libre es la que plantea el sociólogo francés Joffre Dumazedier (Munné, 1988), visualizándolo bajo la perspectiva del ocio.
La concepción dumazediana del ocio buscó una
definición empírica en el nivel de la sociología descriptiva de la vida
cotidiana.
Así, Dumazedier partió del ocio
vivido por la mayoría de los trabajadores urbanos; en su totalidad e integrado
en el conjunto de la vida cotidiana en un momento de su evolución. Bajo este
enfoque el ocio es concebido como “...el conjunto de ocupaciones a las que el
individuo puede entregarse con pleno consentimiento, ya sea para descansar o
para convertirse, o para desarrollar su información o su formación
desinteresada, su voluntaria participación social o su libre capacidad creadora,
cuando se ha liberado de (todas) sus obligaciones profesionales, familiares y
sociales” (Munné, 1988).
De la anterior
definición se desprenden algunas consideraciones que son importantes y oportunas
de retomar: un elemento inicial es el carácter objetivo de la misma debido a que
concibe al ocio como un conjunto de ocupaciones; por el lado subjetivo plantea
que el ocio está dado por la posibilidad de obrar individualmente con pleno
consentimiento; y finalmente, especifica el hecho de que el ocio se manifiesta
después de haberse liberado el individuo de sus ocupaciones.
Por otro
lado, García (1998) conceptualiza al tiempo libre bajo
la existencia de una determinada cantidad de tiempo, generalmente ajena a las
ocupaciones laborales, sociales o de otro tipo, constituyendo un tiempo para el
ejercicio de la expresión y de la libertad personal, lo que de algún modo
también evidencia el carácter subjetivo que plantea Dumazedier.
Para Manell,
Zuzanek y Larson (García,
1998) el ocio podría considerarse una forma de ser que se materializa por medio
de la elección y participación en acciones que proporcionan satisfacción y
disfrute. Esta definición por sí sola parecería ambigua y poco clara en cuanto a
la descripción empírica del fenómeno, sin embargo hay que precisar que la
actividad es sólo la manifestación objetiva y cuantificable del ocio, ya
prevista por Dumazedier.
El tiempo del ocio es
un tiempo disponible por el individuo para realizar actividades personales
(loisirs), muy vinculadas con las necesidades
corporales y espirituales (loisirs físicos,
prácticos, artísticos, intelectuales y sociales) (Munné, 1988).
Si consideramos al ocio como un nuevo
valor social podemos decir que éste puede ser visto como un nuevo derecho social
a disponer de un tiempo en el que el fin es la satisfacción de uno
mismo.
Bibliografía
GARCÍA, M.
1998 Sociología del
deporte. Madrid: Alianza editorial.
MUNNÉ, F.
1988 Psicosociología del tiempo libre. Un enfoque
crítico. México: Trillas.
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